Un incidente sin precedentes altera la paz de un día cargado de recuerdos.
El 11 de marzo de 2024, un día marcado por la memoria de los atentados del 11-M, los pasajeros del Metro de Madrid vivieron momentos de angustia debido a una avería eléctrica en un convoy de la Línea 6, específicamente en la estación de Moncloa. Cerca de las 15:10, lo que parecía una jornada para el recuerdo se tornó en una escena de pánico cuando se produjo una humareda acompañada de un fuerte ruido en los bajos de uno de los vagones.
Metro de Madrid fue rápido en comunicar que el incidente no representaba ningún peligro real para los viajeros y desmintió cualquier especulación sobre una explosión. La situación fue descrita como una avería por sobrecalentamiento que, aunque común, generó una reacción de pánico entre los presentes. El desalojo del tren se llevó a cabo de manera eficiente, pero no se requirió evacuar la estación completa. Afortunadamente, no se reportaron heridos como resultado del incidente.
El personal del Metro actuó con prontitud, abriendo las puertas del convoy manualmente para facilitar la evacuación de los pasajeros. El tren afectado fue retirado rápidamente, permitiendo que la normalidad volviera a la línea con solo un ligero retraso de 10 minutos en el servicio. A pesar de la falta de anuncios por megafonía debido a la rápida resolución, el equipo de seguridad informó a los viajeros sobre la naturaleza de la avería.
En redes sociales, Metro de Madrid mencionó una «circulación lenta» entre Nuevos Ministerios y Príncipe Pío como la única indicación del suceso, hasta que un video compartido por un usuario llevó a la entidad a aclarar que el incidente había sido solucionado sin peligro alguno para los usuarios. La falta de información inmediata contribuyó al temor de los usuarios, especialmente resonante en una fecha tan significativa como el 20° aniversario del 11-M.